
Día del Canillita: homenaje a “Angelito” Sánchez el canillita de la suerte de Villa Constitución
Cada 7 de noviembre se celebra el Día del Canillita. En Villa Constitución, la fecha evoca el recuerdo de un vecino ejemplar: Ángelito Sánchez, símbolo de trabajo, solidaridad y buena fortuna.
Cada 7 de noviembre, en toda la Argentina, se conmemora el Día del Canillita, en reconocimiento a los trabajadores que reparten y venden diarios y revistas.
La fecha rinde homenaje al dramaturgo Florencio Sánchez, autor del sainete Canillita (1902), que narraba la historia de un niño pobre que vendía periódicos para ayudar a su familia. Desde entonces, el término “canillita” se popularizó para nombrar a estos trabajadores incansables que, desde las madrugadas frías hasta los mediodías soleados, mantienen viva la cadena de la comunicación escrita.
La jornada también recuerda que, en 1947, se estableció el descanso obligatorio para todos los vendedores de diarios, motivo por el cual ese día no circulan periódicos impresos en todo el país.
Un canillita que marcó una época
En Villa Constitución, el Día del Canillita tiene un nombre propio: Ángel “Angelito” Sánchez, un personaje entrañable, recordado por generaciones de vecinos por su simpatía, compromiso y espíritu solidario.
Nacido el 10 de abril de 1915 en Empalme, Angelito se instaló desde niño en barrio Talleres junto a su madre. A los 12 años comenzó a trabajar, y poco después encontró su destino como canillita, oficio que ejerció con pasión durante 17 años.
“Fui uno de los primeros canillitas de Villa”, contaba en una entrevista publicada en 1999 en
Diario EL SUR. “Iba en bicicleta a buscar los diarios a Empalme, cuando llegaban por tren a las cuatro de la mañana, y los repartía casa por casa a medida que volvía a la ciudad”.
De canillita a dirigente y vecino ejemplar
A lo largo de su vida, Angelito no solo fue canillita: también trabajó en la Junta Nacional de Granos, donde impulsó la creación de la Mutual, el Sindicato y el Panteón Social de la institución.
Fue además presidente del Club Porvenir Talleres, donde fundó el baby fútbol, y participó activamente en numerosas organizaciones sociales y solidarias.
En sus palabras, se definía con humildad y humor: “Mientras trabajé en la Junta vendía rifas, después me jubilé y seguí vendiendo rifas por mi cuenta. La gente decía que traía suerte… por eso me decían el angelito de la buena suerte.”
Su espíritu alegre, su compromiso con las instituciones y su inagotable energía lo convirtieron en un referente de la comunidad.
Un legado que perdura
Ángel “Angelito” Sánchez falleció el 18 de julio de 2004, a los 89 años, dejando un legado de esfuerzo, amistad y generosidad. Fue, como tantos canillitas, un puente entre las noticias del mundo y la vida cotidiana del pueblo, pero también un símbolo de la identidad y la historia villense.
En cada 7 de noviembre, su figura vuelve a aparecer en la memoria colectiva: la del hombre que madrugaba por vocación, que saludaba a todos con una sonrisa y que siempre tenía un número de rifa o una palabra amable para ofrecer.