En el Centro de Atención Primaria de la Salud de barrio Domingo Troilo funciona un taller interdisciplinario de obesidad coordinado por la nutricionista Silvana Cardinali y el kinesiólogo Ramiro Ciarrocha. El proyecto aborda hábitos, actividad física, salud emocional y acompañamiento hacia posibles cirugías bariátricas.

El taller ya acompañó a unas 30 personas en sus tres años de funcionamiento. La propuesta surgió ante las dificultades para acceder a turnos en Rosario y se consolidó como un espacio clave de promoción de la salud. El equipo trabaja articulado con la unidad de obesidad del Hospital Provincial de Rosario, en respuesta a la creciente demanda de pacientes con enfermedades crónicas no transmisibles asociadas al sobrepeso, como diabetes, hipertensión y dislipidemias.

Un abordaje interdisciplinario 

El taller se dicta todos los martes a las 8.30, en un espacio cedido por la capilla lindante al CAPS debido a su amplitud. Allí los participantes realizan una rutina adaptada de actividad física con ejercicios aeróbicos, funcionales y de elongación, siempre supervisados por Ciarrocha. La plaza del barrio, en excelente estado, también se utiliza para actividades al aire libre cuando el clima lo permite.

“El movimiento es uno de los pilares del cambio de hábitos”, explicó el kinesiólogo, quien impulsa además que los pacientes continúen la actividad por fuera del taller utilizando los gimnasios urbanos de las plazas.

Cada encuentro incluye una instancia de pesaje con registro semanal y una charla educativa a cargo de Cardinali, donde se trabajan dudas habituales y estrategias para modificar la alimentación sin prohibiciones estrictas, sino mediante elecciones conscientes y sostenidas.

El corazón del tratamiento

La nutricionista remarcó que la obesidad es una enfermedad crónica que requiere un trabajo constante: “No existe el alta definitiva. Se trata de incorporar hábitos que puedan sostenerse en el tiempo y adaptarse a cada etapa de la vida”.

El equipo insiste en que no hay soluciones rápidas: ni dietas extremas ni resultados inmediatos. El proceso incluye educación alimentaria, acompañamiento emocional y seguimiento con un grupo interdisciplinario integrado por psicología, medicina general y trabajo social. Este enfoque favorece tanto el cambio de hábitos como la adherencia al tratamiento, uno de los desafíos más importantes.

Cirugía bariátrica

El taller está dirigido a personas mayores de 18 años sin obra social que puedan beneficiarse de un acompañamiento integral. Algunas, tras cumplir los requisitos médicos y emocionales, son candidatas a cirugía bariátrica en Rosario, aunque los profesionales aclararon que ese no es el objetivo central.

“La cirugía es una herramienta, no la solución en sí misma. El éxito es la adherencia al tratamiento”, señaló Ciarrocha. Hasta el momento, cinco participantes accedieron a una intervención, con buenos resultados y seguimiento permanente del equipo local.

Un espacio abierto a la comunidad

Quienes deseen sumarse pueden acercarse directamente al taller los martes o solicitar una entrevista previa con Cardinali los miércoles en el CAPS. El objetivo es evaluar si la persona está en condiciones de iniciar el proceso y orientarla sobre los pasos a seguir.

Los profesionales agradecieron el apoyo de la comunidad, de la capilla del barrio y de las autoridades del hospital y centros de salud. También destacaron que la difusión es clave: “Mucha gente todavía no sabe que este taller existe, y puede significar un gran cambio en su calidad de vida”.