El Jardín de Infantes San Gabriel, ubicado 9 de Julio y Brown, celebró recientemente sus tres décadas de historia. La institución pública de gestión privada, fue creada por el siempre recordado cura párroco Daniel Segundo (1964-1997), conocido popularmente como "el cura de los pobres", cuya obra se enfocó en asistir a los sectores más vulnerables.

Cabe recordar que el Jardín funciona desde 1999 como aula radial, dependiendo de la Escuela Jardín Niños Jesús de la localidad Arroyo Seco.

Festejo aniversario

Los 30 años se celebraron el pasado 28 de noviembre con un emotivo encuentro al que asistieron ex docentes, ex directivos, ex alumnos y los pioneros que colaboraron con la obra.

La directora, Sandra Valles –quien ha acompañado la historia de la institución desde sus inicios–, destacó que en el festejo se reconoció a todos los colaboradores y se vivieron testimonios sobre el esfuerzo inicial del Padre Daniel y la comunidad. Además, recibieron reconocimientos del Municipio, del Concejo Municipal y del Senado de la provincia.

El legado del Padre Daniel

El Jardín comenzó en 1995 en una casita de barrio Puesta del Sol (por entonces Iguazú) y se trasladó en 1996 al antiguo galpón de máquinas del Ferrocarril Mitre, sitio que hoy es su sede. “El Padre Daniel fundó el Jardín con la misión de ser un espacio seguro para las madres que necesitaban trabajar y no tenían con quien dejar a sus hijos”, subrayó.

Valles recordó con emoción que el traslado al actual edificio demandó del trabajo de muchas manos colaboradoras y grupos parroquiales que trabajaron sin descanso en el verano de 1996 para acondicionar el lugar. “El Padre Daniel también fue el impulsor del Comedor Santa Marta y tenía el sueño de hacer una escuela primaria y una capilla en el predio”, agregó.

El lema que guía a la institución, y que aparece en su logo y en el mural conmemorativo, es: “Dejen que los niños vengan a mí”.

Obras recientes

En los últimos dos años, el Jardín ha experimentado una significativa transformación impulsada por su directora, gracias a la gestión y la ayuda de la comunidad y la Municipalidad.

Entre las obras más importantes se destacan, en materia de infraestructura, el cambio de techo, desmalezamiento, cercado perimetral y realización de veredas. Con respecto a la mejora en seguridad, se colocó un sistema de alarma monitoreada, se iluminó todo el predio, y se instalaron rejas. También, recientemente fue inaugurado un mural aniversario con la figura del Ángel San Gabriel y se construyó un pequeño altar a la Virgen del Rosario de San Nicolás.

El desafío de seguir creciendo

Con una matrícula creciente, la institución se enfoca en seguir mejorando. En ese sentido, muy pronto comenzará la construcción de un nuevo salón para que los alumnos puedan estar más cómodos. Además, Valles adelantó que uno de los próximos objetivos es el recambio de los pisos del Salón de Actos y la construcción de una pequeña capilla en el jardín, que era uno de los anhelos del Padre Daniel.

Una comunidad solidaria

“Todo el crecimiento que ha tenido la institución educativa a lo largo de estos años es gracias al compromiso invaluable del equipo docente, de las familias, del municipio y de la comunidad villense que siempre responde”, explicó.   

Para poder llevar adelante las grandes obras, el Jardín es mantenido fundamentalmente “a pulmón” mediante el esfuerzo constante. “El equipo docente organiza anualmente eventos de recaudación, incluyendo la venta de pizzas y jornadas solidarias con rifas, que cuentan con la adhesión de numerosos negocios locales. Este mecanismo de autogestión permite asegurar que, aunque la institución cobra una cuota, la educación de los niños no sea negada si los padres no pueden abonar”, añadió.

Por último, de cara al ciclo lectivo 2026, Valles informó que el Jardín todavía cuenta con algunos lugares disponibles de inscripción, y aseguró que los interesados pueden acercarse al Jardín en el horario de 8.30 a 12 o a través de WhatsApp al 3400 498730.