Andrea Curia habla con la frescura de quien sabe que la vida está hecha de etapas y aprendizajes. Su historia en el modelaje comenzó siendo apenas una adolescente. “Arranqué a los 15, aunque a mi papá le costaba mucho llevarme. En esa época no era tan fácil para un padre dejar a su hija entrar en ese mundo. Recién a los 19 me acompañó a Buenos Aires y ahí empezó todo”, recuerda.

Con disciplina y pasión, se consolidó como modelo profesional y llegó a trabajar en grandes campañas publicitarias, tanto en Argentina como en el exterior. “El mundo de la publicidad me fascinaba: filmar un comercial era como hacer una película. Había directores de fotografía, de escenografía… era toda una superproducción”, señala.

Publicidades que dejaron huella

Su rostro fue parte de marcas reconocidas y comerciales que se volvieron icónicos. “La de Anaflex tuvo una producción increíble. También la de La Bañera, que fue un casting mundial donde quedamos compitiendo Brasil y Argentina, y finalmente quedé yo. Se filmó en España y fue maravilloso”, rememora con entusiasmo.

A lo largo de su carrera trabajó con marcas como Milka, Dermaglós, Biferdil y Lux, entre muchas otras. “En la publicidad podés jugar a ser distintos personajes: un día sos mamá, otra mujer seductora, otro un hada en el bosque. Eso me encantaba”, cuenta divertida.

De la moda a la comunicación

Tras la pandemia, Andrea decidió abrir otra puerta: el estudio. “Me puse a hacer la licenciatura en Comunicación. Era una materia pendiente y me atrapó tanto que hoy estoy terminando la tesis. La idea es seguir formándome en periodismo, me gusta mucho la investigación y quiero especializarme”, explica.

Este nuevo rumbo no la alejó del todo del modelaje. “Siempre estoy enviando castings online. Ahora mucho se maneja así y para mí es ideal porque me ahorro viajes a Capital. Además, estoy haciendo nuevos contactos en Rosario, donde también hay producciones muy interesantes”, comenta.

La actuación, otra pasión

Además del modelaje y el periodismo, la actuación también forma parte de su vida. “Siempre me gustó y estudié con grandes profesoras. La actuación me ayudó mucho a enriquecer mi trabajo frente a cámara. Es un recurso valioso para los castings y, además, me apasiona en sí misma”, asegura.

Incluso tuvo la oportunidad de formarse con referentes locales como Mariana Brarda, a quien reconoce con admiración. “Me coachó en un momento clave y me hizo ver que actuar no es solamente pensar algo triste o feliz, sino trabajar desde lo profundo de uno”, agrega.

Un regreso esperado a las pasarelas

Aunque hoy está enfocada en sus estudios y en nuevos proyectos, Andrea prepara un regreso especial al mundo que la vio crecer: la pasarela. Será en el desfile de Sol de Juana, bajo la consigna “El Circo de Narciso”, que se realizará el domingo 28 de septiembre a las 19 en el Salón Pacífico.

“Voy a abrir y coordinar el desfile. Va a ser una experiencia hermosa porque apunta a generar conciencia sobre la importancia de querernos, cuidarnos y no dejar que nadie nos invisibilice ni nos haga sentir menos. Habrá modelos de todas las edades y cuerpos, desde chicas jóvenes hasta mujeres de más de 70. Eso es lo que más me entusiasma, porque todas somos normales y todas tenemos derecho a sentirnos bellas”, subraya.

Orgullo local con proyección internacional

Andrea reconoce que su carrera tuvo decisiones acertadas y otras que hoy, con distancia, replantea. “En su momento fui a Europa y quizás debería haber intentado en Nueva York, pero bueno, hice lo que sentí en ese momento. De todo aprendí y eso es lo que me quedo”, reflexiona.

Su historia combina pasión, talento y resiliencia, con un sello personal que la convirtió en referente para Villa Constitución y un nombre que trascendió fronteras. Hoy, mientras sigue apostando a su formación como periodista y manteniendo vivo su vínculo con la actuación, prepara con entusiasmo este nuevo encuentro con la moda, donde promete deslumbrar otra vez.

“Los espero a todos en el desfile. Va a ser una noche distinta, para celebrar la diversidad y la belleza real”, invita con una sonrisa.